Actualmente vivimos en tiempos de ansiedad. Muchas personas se sienten ansiosas por cuestiones como su trabajo, la salud, el dinero, la familia y las relaciones en general. Incluso las dificultades cotidianas como el tráfico, la presentación de un trabajo, el estrés laboral, pueden generar ansiedad en las personas vulnerables.
El fenómeno de ansiedad corresponde a un sistema de alerta y activación frente a acontecimientos que se consideran como amenazantes. Es algo natural que se hace presente en todos los seres humanos y que en condiciones de normalidad proporciona mejoras en cuanto a lo adaptativo y al rendimiento de la persona. En cambio, cuando dicha ansiedad es más levada y se siente como incontrolable, pasa a ser un problema de salud, impidiendo el bienestar de quien lo padece.
La ansiedad constituye uno de los afectos básicos del ser humano como decíamos. Afecto que, si bien puede ser referido a situaciones y estímulos provenientes del exterior, en realidad surge a partir de representaciones mentales que se anticipan como amenazantes. Los trastornos de ansiedad se caracterizan por un miedo constante y desproporcionado a los acontecimientos cotidianos, acompañado de molestias somáticas y conductuales (por ejemplo, inquietud, fatiga, problemas de concentración, irritabilidad o dificultades para dormir).
La ansiedad muestra otros carriles por donde el sufrimiento, que ya es una respuesta del sujeto ante el dolor del estimulo que lo excede, no encuentra señal de alivio, ni los recursos disponibles para su atenuación. La ansiedad cuando surge en picos intolerables se traduce en una crisis de angustia y desencadenada, arrastra al sujeto a la vivencia de muerte, a la imposibilidad de sostener sus lugares y sus tareas, a una percepción de extrañamiento que lo hace a si mismo irreconocible en su incapacidad.
El tratamiento pertinente para los trastornos de ansiedad consta de psicoterapia y se evaluara si el paciente requiere también medicación para aliviar los síntomas en el corto plazo.
No existe manera de predecir aquello que va a llevar a una persona a desarrollar un trastorno de ansiedad, pero si se pueden emplear medidas con el fin de reducir el impacto sintomatológico si la persona esta ansiosa. Entre las principales medidas se encuentran:
Obtener ayuda lo antes posible a fin de que no se agrave el cuadro,
Afrontar el problema admitiendo que se padece esa ansiedad. Solo así podrá comenzar a afrontarla sin evitarla.
Llevar un registro personal para identificar los causantes de estrés,
Aprender técnicas que permitan reducir la ansiedad mediante el manejo del tiempo, la energía y fundamentalmente, la respiración.
Abandonar hábitos que incrementan el problema como el consumo de sustancias.
¿Como ayudar a una persona que padece ansiedad?
Si tienes a un familiar o amigo/a con trastorno de ansiedad, podes realizar lo siguiente para dar apoyo:
Aprende sobre la ansiedad: Comprender qué es un trastorno de ansiedad y lo que implica puede ayudarte a saber cómo serle útil a la persona que lo padece.
Conocer los signos de la ansiedad: La ansiedad se manifiesta de muchas formas distintas: sudoración, palpitaciones, temblores, falta de aire, pensamientos intrusivos y recurrentes, sensación de peligro, agotamiento. Aprenderlos y conocerlos puede ayudar mucho a las personas que lo padecen.
Ayudar a respirar correctamente. Otra de las principales causas que agravan la ansiedad es la hiperventilación. No respirar correctamente hace que el organismo obtenga un exceso de oxígeno provocando una sensación de ahogo y mareos.
Escuchar: Antes de decirle al otro como creemos nosotros que debe hacer las cosas, escuchar y abrirse a comprender lo que el otro siente.
¿Como ayudar ante un ataque de ansiedad?
· Quedate con la persona y mantene la calma.
· Ofrecele medicamentos si la persona suele tomarlos durante un ataque.
· Ayuda a que respire con tranquilidad.
· Lleva a la persona a un lugar tranquilo.
· No haga suposiciones respecto de lo que la persona necesita.
· Háblele con frases cortas y simples.
· Trata de ser predecible en tus acciones.